``Este
es el mejor regalo de mi vida'', dijo Isaac Tarazi, el principal inversionista
de esta empresa y quien ayer cumplía años. ``Esto ayudará a enrumbar
un nuevo Colón''.
Colón, a 80 kilómetros al atlántico de la capital panameña, vive hace
décadas inmersa en la miseria, la violencia y la insalubridad, pese
a que aquí opera la poderosa zona libre del mismo nombre y terminales
portuarias de grandes empresas chinas y estadounidenses.
``Si esto es fuente de dinero para los que estamos desempleados: ¡bienvenidos
sean todos los cruceros y turistas!'', señaló Héctor Martínez, de
34 años, mientras miraba a distancia el paso lento del imponente buque
blanco de varios pisos y con 800 tripulantes a bordo.
Fue el primero
en atracar y hacer descender a sus millares de turistas en este nuevo
atracadero construido junto a un edificio de dos pisos repleto de
tiendas.
Este proyecto comprende varias fases e incluye la construcción de
un hotel con más de un centenar de habitaciones.
La
idea de hacer de Panamá un puerto de cruceros tomó fuerza en los últimos
años y ha comenzado a dar sus primeros pasos en víspera del primer
aniversario del traspaso del canal a manos panameñas por parte de
Estados Unidos.
Alrededor
de 300 cruceros pasan por el canal durante su temporada que se desarrolla
entre octubre y mayo. Uno que otro hace un alto breve en su trayectoria
por la vía, pero no baja a sus pasajeros.
Panamá
busca ahora promocionar el turismo ecológico y de aventura en los
bosques que rodean la vía interocéanica y en zonas aledañas ricas,
incluso, en historia colonial.
Por
tratarse la primera vez, los turistas del ``Crown Princess'' sólo
bajaron, hicieron compras en el centro comercial, presenciaron varios
bailes de grupos negros e indígenas y visitaron brevemente el parque
``Cristo Redentor'', al final de la principal calle de Colón y a orillas
del mar.
El
parque fue maquillado para la ocasión. Pero el que sube hacia la calle
principal notará la cara de la pobreza colonense. Viejas casas de
madera a punto de caerse, zanjas con aguas negras y mucha gente desempleada
a la vista.
Tarazi
pronosticó que se originarán muchas plazas de empleo en el atracadero,
en el que se pronostica recibirá en esta temporada cerca de 80 cruceros,
y en el 2001 más de un centenar.
Se
espera que en el futuro los turistas bajen y se trasladen a zonas
naturales del canal y a hacer compras, incluso, en las tiendas de
la capital panameña. El turismo es una actividad en ascenso en Panamá,
y ya produce cerca de 200 millones de dólares en divisas al año.